LOGICAMENTE

  • KUA,khoi-khoi, kung, kamasi,hxaro, kauha,gauwasi,kia, n/um, KUA
  • Jirafas, Leopardos y Búhos Lácteos. Llueve en el Kalahari.
  • Tengo guardados millones de pasos para llegar a la Luna.
  • En privado, juego a la primitiva.
  • Barrí anoche las migajas de tu corazon de bacalao.
  • Ay¡ ya no estas a mi lado. Que aplauda el silencio.
  • La rana escribio un diario. Fue la razon de existir de Napoleon.

domingo, 7 de febrero de 2010

UNA VIDA

Quise ser un valiente, pero no pude, ella si.

Ella se adelantó siempre a todo. Tanto que murió primero. Murió por ser valiente. Por querer vivir.

Yo he vivido para morir, pero no muero.

Eran tiempos donde se amaba con la mirada, y se deseaba en la punta de los dedos. Eran tiempos sin sol, sin luna, solo de miedo.

Ella no.

Escucha ya no hay tiempo para juegos - sus manos envolvían las mías. No sé lo que dije. Si lo sé, habló el miedo.

Y se fue.

No hace falta decir que se paralizó completamente la vida.

Ella era valiente, a los valientes se les enterraban en surcos oscuros. Daban más miedo que su propio miedo.

Noventa y tres años me acompañan en mi camino, en el cual no he podido hacer planes.

Noventa y tres años, enraizando mis sueños en su recuerdo. Octubre de ocres.

Noventa y tres años, han tenido que pasar setenta y dos funerales, para volver a tenerla.

Acaricio lo que queda de ella. Abismo.

Me trae el sol y la luna.

No es sólo memoria histórica, es una ventana sin cerrar donde se ha escapado la vida.

La vida de los que quedan, y de los que se fueron.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Más allá de las causas,
más allá de los motivos
estaba la Luna.
Después
de
desbaratar mis
recuerdos, conseguí
saber de quien
era aquella mirada.

martes, 26 de febrero de 2008

ATRAPADA EN ESPEJO

Ahora los recuerdos no son algo tan bueno. Siempre habían sido buenos. Nunca sufrí de añoranza. Sentía la suerte de haber vivido cosas importantes. Todo ha cambiado.
Martiriza mi recuerdo los recuerdos. La echo de menos. Algo inconfensable. Si se supiera me aborrecerían. He perdido la cuenta de los días que llevo sin ducharme. No quiero borrar el rastro de su lengua, ni sus besos. Los mordiscos afortunadamente aún no se han borrado, ni lo hará el chorro de la ducha. Sus dedos tampoco se han borrado. Las marcas rojas me la hacen real. Aún consigo retener partes de su perfume “Ángel”. Es curioso el lugar donde más permanece. En las corvas de mis piernas se ha acomodado su perfume. Adopto posturas extrañas para olerlo. He espantado el ridículo. Me gusta hacerlo delante de un espejo y conseguir olerla. En el espejo no estoy sola, ella aparece igual que aquella noche, en la que solo nos quisimos conocer en nuestra imagen reflejada en el espejo.
Aquel escenario de un metro y medio por metro y medio recogió nuestro placer más sucio y auténtico.
Las yemas de sus dedos inundaban mi boca, que desesperada jugaba con ellos, lamiendo con una furia contenida. Las curvas se adaptaban a mi espalda como piezas de un puzzle que por fin habían encajado. Su pubis quebraba la firmeza de mis nalgas. Temblaban al conocer el lenguaje de su piel. Arremetía contra mí. Golpeaba con fuerza. Me hacia suya. Agarre sus caderas con fuerza, mientras sus manos recorrían lentamente mi cuerpo, con la sabiduría de saber pararse. Continuaron acompasadas de mordiscos quebrando mi voluntad. Éramos un reflejo perfecto del deseo. El sudor brotaba y aquellas gotas de sudor parecían pequeñas estrellas de un universo desconocido. Solo nuestro. Nos perdimos en aquel cielo que construimos. Nos besamos. Nos inundamos. Nos traspasamos, lamimos, suspiramos. Tensamos nuestros cuerpos, casi hasta la ruptura.
Llego el silencio. Nuestras manos hablaron. Nuestros labios confirmaron. Nuestros ojos despidieron.
Miro mi espejo, de metro y medio por metro y medio. Veo a una mujer deseada. Veo a otra mujer que desea.

lunes, 26 de noviembre de 2007

¿Quien eres?

¿Quién eres?

Hablabas sin parar. Querías contarme quien eras.
¿Quién eras?
Seguía tu dialéctica. Académica.
Haciendo tu verso más interesante.

Interesante. ¿Sabes lo que significa? Nadie se atrevió a decírtelo.
No lo eres.
Seguías en tu empeño de sorprenderme. De provocar admiración. Por ser tú.
Nadie se atrevió a decírtelo. Que no lo eras.
Que no eras tú.
Trazas de un poco de allí. Trazas de pensamientos ajenos, con lo que habías construido una buena fortaleza. No era tuya.
Una buena construcción para los que se conforman con lo visible.
Rasque. Lo siento. Rasque con la curiosidad con la que araño las etiquetas de los botellines buscando el cristal.
Rasque. Encontré una pared de arena desmoronándose.
Tapaba mis pies. Llego hasta las rodillas.
Las lágrimas no eran suficientes para volver a construirte.
Escapabas entre los dedos.
Ahora arena.
Arena fina. Arena sorda.
Arena enterradora de vidas latentes.
Rechinan mis dientes con restos de arena.
Mañanas cubiertas. Lluvias barrosas.
Noches embarradas con la presencia de tus dunas.
Mis horas esparcidas en los restos de tu reloj de arena.

SAUNA

Su pequeña puerta, con ventanuco de interior oscuro, desata el deseo de entrar.
Con la sola compañía de una toalla.
Protectora.
En pocos segundos arde la piel. Respiro sensaciones de desierto. Calor que se traslada a la sangre.
Tenue luz de bombilla habitando un rincón. Sus débiles filamentos cubren de color sepia mi cuerpo.
Me extiendo sobre las tablas ardientes.
Arqueo la espalda.
Quema.
Extiendo las piernas mezclando un casi dolor con un todo placer.
Se evapora la voluntad.
Aparecen las primeras gotas de sudor. Provocan escalofríos marcando así su camino.
El reloj de arena se vacía.
Como, si cada grano que cayera al vacío emanara en mi piel en forma de gota.
Mis manos libres resbalan sobre la piel mojada.
Se hacen pequeños charcos en los recovecos. Chapotean mis dedos.
Exhalo el hielo que todos llevamos.
Sube la temperatura convirtiéndolo en lluvia.
Hilos salados rastrean las comisuras. Caminos mojados bordean las carnosas montañas de los labios.
Labios guarida de la lengua que los relame .
Me saboreo.
Me reconozco.
Ha caído el último grano de arena por el casi inexistente espacio del reloj.
Marcho.
La luz amarillenta resalta las marcas en el sudario. Toalla memoria de mis formas.
Protectora.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

QUIERO SER IDIOTA

Quiero ser idiota.
Idiota que deja a los listos colarse en cualquier fila que esperen.
Que ganan un tiempo que no saben utilizar.
Poniéndose de nuevo en filas para colarse de nuevo.
Afinándose más su caras de cuervo.
Quiero ser idiota.
Idiota de estómago encogido cuando ve a un vagabundo tirado en la calle.
Recibiendo los golpes de miradas despreciables envueltas en deseo de hacerle
Desaparecer.
Quiero ser idiota.
Idiota de sonrisa enorme dedicada a los días soleados.
Quiero ser idiota.
Idiota, tremendamente idiota chapoteando en los charcos de lluvia.
Quiero ser idiota.
Idiota muda ante la sabiduría de la mayoría de la gente.
No tengo palabras cuando los demás no tienen dudas.
Quiero ser idiota.
Idiota que cree en el amor.
¡Que idiotez!
Quiero ser idiota.
Idiota de memoria inútil para no olvidarme de otros idiotas.
Quiero ser idiota.
Idiota que chupa los vasos de yogur.
Quiero ser idiota
Idiota por no limpiar las lágrimas cuando el corazón se resfría.
Quiero ser idiota.
Idiota .

lunes, 17 de septiembre de 2007

RECUERDAS

¿RECUERDAS CUANDO, UNA NOCHE AVANZADA
Y DELANTE DEL PORTAL DE TU CASA,
ESTABA PONIÉNDOSE LA LUNA TRAS LOS TEJADOS DE
MADRID Y TU AMIGO DECIA: "¿ES QUE NO ES ESPANTOSO
TODO ESTO?
¿LA VIDA, EL TRABAJO, EL DINERO, EL EXITO, EL AMOR?"?
TU RESPONDIAS: "SI, SI".
"¿Y AL FINAL DE TODO LA MUERTE?
¿NO SERÍA MEJOR PEGARSE UN TIRO?"
TÚ RESPONDÍAS: "SI, SI". NO ENTENDÍAS
QUE SÓLO ESA ANGUSTIA ERA LA BELLEZA, LA LUZ,
LA SAL DE LA VIDA.
DESPUÉS, NATURALMENTE, TE OLVIDABAS.
EL SUEÑO, EL ALCOHOL, LA JUVENTUD.
LO DESECHABAS.
TAMBIÉN AQUÍ, POR LA NOCHE, LOS AMIGOS SE
ACOMPAÑAN HASTA SU CASA, ALTERNATIVAMENTE,
Y HABLAN SIN PARAR, SIN INTERRUPCIÓN,
AUNQUE ESTÉ PROHIBIDO,
RECORDANDO, RECORDANDO,
¡OH, LA PERDIDA CONGOJA, LAS PESADILLAS, LA
ANGUSTIA, LOS DOLORES SOCIALES PERDIDOS!
AQUÍ TODOS ESTÁN SANOS, IGUALES, APAGADOS.
¡QUERIDA INFELICIDAD!

Pescando en Antibes

Pescando en Antibes
Picasso